jueves, 11 de marzo de 2010

LA COSECHA AZUL EXISTE



Estas imágenes corresponden a la bebida azul que tomaba Luke Skywalker y los habitantes del planeta Tattoine, en la mítica película Star Wars.


Esta imagen de la Star Wars (La guerra de las Galaxias) la habremos visto con o sin atención, pero forma parte del icono cinematográfico de nuestra época. Son pocos los que saben que el rodaje de esta célebre película, allá por los finales de años 70, se hizo con el seudónimo de Blue Harvest y la serie animada de "Padre de familia" la vuelve a rescatar este inédito título, para hacer su versión-homenaje en un reciente largometraje.
Blue Harvest viene a significar algo así como "la cosecha azul", haciendo referencia a la producción de la granja de humedad del tío Owen en el desértico planeta de Tattoine. En varias imágenes vemos tomar una especie de leche azul a Luke Skywalker, tanto en su granja como en la Cantina Bang de Mos Eisley, su capital. En la enciclopedia oficial de Star Wars se nombran varias plantas autóctonas del planeta Tattoine: el musgo rasurante, las flores embudo y las calabazas bravas. Estas ultimas ha sido por parte de los fans de Star Wars sobre la que ha recaído las sospecha de que su pulpa sea el origen de esta bebida azul y que la granja de humedad sea la productora de este cucurbitácea planta. El merchandising de Georges Lucas ha llega muy lejos, pero en este caso este producto es español, mas concretamente malagueño. La cosecha azul se envasa en un tetra brick de propio diseño. En la portada, el fondo corresponde al típico horizonte de planeta Tattoine con sus dos soles poniéndose en el horizonte. En su lateral informativo se detalla la composición de un porcentaje genérico de las calabazas bravas y algún aditivo natural como las flores de embudo. Su dirección es, ni mas ni menos que la granja Skywalker. En el otro lateral señalar en las instrucciones de abertura, que se aconseja abrirla con un sable de luz preferentemente. Y abajo vemos que se aconseja tirarlo a la papelera si eres un "lord Vader" y si tienes a mano a R2D2.
Javier Navarta



martes, 2 de marzo de 2010

LA TAQUILLERA


"La Taquillera" técnica mixta sobre lienzo, 162 X 55 cm. Año 2004. Colección privada en Alcalá de Henares.
Este artículo está dedicado a Irene


No hay nada más mágico que ir a ver el cine. Sobre todo cuando te ilusiona una película que solo sabes algunos datos de oídas, algún que otro fugaz trailer o simplemente sabes que esa historia te va ha emocionar. Con los años adquieres esa percepción de intuir cuales van ha ser esas historias. Sopesas la vitrina iluminada donde se expone su cartel y como buen catador del fruto del melón, palpas en el si va ha salir bueno o no. Pero lo emocionante de verdad es el ritual de asistir al cine. Como los “Halcones de la noche” de Edward Hopper te pones las "canallas galas" para el asfalto mojado y rindes pleitesías a esa diosa iluminada que protegida por la vitrina te vende una numerada entrada. Pero lo mejor viene luego, cuando entras en el ágora oscuro perfumado de tostado maíz y durante su preámbula espera vuelcas en tu anhelo todo un sin fin de sugerentes expectativas de lo que pronto empezaras a ver.
Entonces se apaga del todo la luz y la pantalla se ilumina con esas imágenes hipnóticamente poderosas que te sumergirán en otra realidad durante toda la sesión. A la deriva, solo tienes en la oscuridad el faro guia de un solitario operario que al igual que un farero, guiará la historia al final a un buen puerto.